IGNACIO BRIONES

Personeros de su sector coinciden en que el exministro de Hacienda carga con la pesada mochila de haberse opuesto a los dos retiros del 10% y haber sido el rostro de ambas derrotas del gobierno. Efectivamente, ese es un tema obligado en todas sus entrevistas y reuniones de campaña, en que él debe explicar su rechazo a una iniciativa popular.
Su otro flanco abierto que le enrostra la oposición, e incluso sectores de la centroderecha, es “haber llegado tarde con la ayuda social” en plena pandemia, donde una gran parte de los trabajadores perdió su empleo.
Otros agregan que al igual que sus antecesores en Hacienda, sufre hoy el “síndrome Teatinos 120”, donde, tras estar expuesto a una alta visibilidad pública, pasas de la noche a la mañana a la falta de atención.
Probablemente su mandato pasará a la historia como el del ministro de Hacienda que debió enfrentar dos de las peores crisis de las últimas décadas: el estallido de octubre de 2019 y la pandemia del covid-19. De acuerdo a información pública, el año pasado la cartera diseñó e implementó más de 50 medidas económicas —entre ellas la publicación de 28 proyectos de ley— para afrontar los embates de la crisis sanitaria.
Algunas de las acciones impulsadas por Hacienda en ese período son las dos versiones del Ingreso Familiar de Emergencia (IFE) o el marco de entendimiento que permitió disponer del fondo de USS 12 mil millones para protección social y reactivación económica. Más recientemente están las extensiones de los programas de créditos con garantía estatal, Fogape-Reactiva, y de la Ley de Protección al Empleo.